Circular con un vehículo excesivamente sucio puede ser motivo de multa. La acumulación de suciedad en carrocería y cristales de nuestro automóvil puede dificultar la visibilidad y suponer un problema para nuestra seguridad vial al volante. Además, llevar el vehículo sucio puede suponer una serie de sanciones que pueden sumar, de forma acumulativa, hasta 3.000 euros.

¿Qué multas podemos recibir?

Llevar demasiado sucios los faros o el parabrisas está castigado con una multa de 200 euros (sin resta de puntos). Las autoridades esgrimen un motivo de seguridad, ya que en el caso de los faros estos no pueden alumbrar lo suficiente mientras que un parabrisas que no esté limpio puede afectar a la capacidad de visión del conductor.

Una matrícula sucia en la que no sean totalmente legibles los números y letras también es motivo de multa. Este elemento identificativo debe ser reconocible por los agentes de Tráfico y por los dispositivos y aparatos que usa la DGT para controlar la circulación. Si encima ha sido el conductor el que lo ha hecho a propósito (para evitar ser localizado o que los radares no le multen), la sanción puede llegar hasta los 6.000 euros, además de la pérdida de 6 puntos del carné de conducir.